domingo, 27 de febrero de 2011

Esto es... Desconcertante.

Deshacer el orden en una acepción de desconcertar; pues más desconcertante es que se deshaga el orden ordenándose todo. Atención.

Tu vida: amigos, familia, trabajo, facultad, hobbies... Cada campo tiene su orden, su horario, sus componentes, su esencia, su sentimiento, su frialdad. Cada campo intentamos que no esté involucrado en el otro para contaminar los diferentes ámbitos. Pocas veces se consigue, pero siempre tenemos ese afán.

Desconcertar es también pervertir, sorprender, turbar. Todo aquello que crees tener estructuralmente ordenado se mezcla con componentes que en principio están fuera de lugar. 
En principio y en final.
porque tú no quieres que eso esté ahí, aunque por narices vas a encajar y lo vas a tener que asimilar, mejor o peor, más rápido o más lento. 

Pervertir aquí es cuando juegas a provocar esas situaciones de peligro estructural. Sorprender, cuando no eres tú el que vicias esa situación, cuando un factor externo es el que ronea tu estructura y te has de quedar atónito esperando a situarlo en ella. Turbar es masturbar aquello que sabes que está mal, pero lo sigues haciendo, porque te da placer.

Se deshace el orden, ordenándose todo. Lo curioso de que pase algo que  rompa tus esquemas  pero a la vez tenga una total conexión y coherencia que  ayuda a organizar un nuevo esquema. Entender cosas que no  hacías antes, conectar elementos tan dispares, aprender detalles que perfeccionan el esquema, abrirte la mente para observar que cada amanecer es distinto..

Me gusta este verbo bastante. 
No me percato de su uso en definición, pero en acción puede que sea el verbo más presente en mi vida diaria. Y me gusta. Aunque a veces encajarlo todo creo que lo hago bien y siempre se me queda la mesa coja. Por eso el plato de sopa se derrama cuando lo depositas sobre esa esquina de la mesa.






No hay comentarios:

Publicar un comentario